Body-flow está basado en las técnicas de Feldenkrais, Tai-chi y stretching. Se trata de una sesión de conciencia corporal a través de movimientos fluidos sin ir al límite de la movilidad articular, sin forzar, sin sentir dolor. La ejecución de los ejercicios será paulatina: se iniciará con movimientos cortos, para ir incrementando poco a poco la extensión de los mismos en varias repeticiones, hasta llegar a la ejecución del ejercicio en su máxima extensión. De este modo conseguimos:

  • Ejecutar una serie de movimientos con fluidez y soltura.
  • Tomar conciencia del cuerpo y del movimiento dentro del espacio.
  • Sentir sensación de ligereza y elongación en la columna vertebral.
  • No sobrecargar las articulaciones.
  • Una buena postura corporal.
  • Una respiración tranquila y fluida.

Body-flow está basado en las técnicas de Feldenkrais, Tai-chi y stretching. Se trata de una sesión de conciencia corporal a través de movimientos fluidos sin ir al límite de la movilidad articular, sin forzar, sin sentir dolor.

La Respiración

La respiración debe ser tranquila, fluida y debe producirse en la parte baja de las costillas, esto se consigue con una buena y cómoda colocación postural del cuerpo. Si la postura no es la adecuada la respiración se produce en la parte alta del pecho y el ritmo de la respiración se acelera. La mayor parte de los músculos del aparato respiratorio están conectados con la columna vertebral, por esta razón la posición de la columna influirá sobre la calidad y la rapidez de la respiración. Tener una buena postura significa tener una buena respiración. Hay que tener siempre en cuenta que dependiendo de la actividad que estemos realizando la respiración será distinta, por ejemplo, no usamos la misma respiración cuando dormimos, hablamos o cantamos. La respiración tampoco será la misma cuando practicamos deportes cardiovasculares o cuando tomamos una clase de stretching.

¿Qué es una postura correcta?

Para una sesión de Body-flow es imprescindible mantener una posición correcta del cuerpo, y para ello es necesario tener buena conciencia del mismo, es decir, un buen Esquema Corporal. Conseguir un buen Esquema Corporal pasa por ejemplo por sentir los puntos de apoyo en los pies, saber si apoyamos hacia fuera o hacia dentro; saber cómo tenemos colocada la pelvis, si está en anteversión o retroversión o poder identificar si las escápulas están planas o si están despegadas de las costillas. También es necesario saber que la columna tiene una lordosis cervical, una cifosis torácica y una lordosis lumbar, y que entre estas tres curvaturas debe haber un equilibrio. Cuando hablamos de ponernos rectos en una postura erguida nos referimos a mantener una neutralidad en toda la columna, respetando sus curvaturas naturales. Los únicos huesos de nuestra estructura ósea que se encuentran en una posición totalmente vertical son el húmero y las primeras vértebras cervicales. Así pues, la expresión “poner la espalda recta” es literalmente imposible y tampoco sería conveniente eliminar dichas curvaturas ya que su función es amortiguar el andar, el saltar y otras situaciones de movimiento. Tener una postura correcta, significa también tener un buen equilibrio en la tensión muscular y una buena biomecánica. El desequilibrio muscular afectará a nuestra postura corporal, puede producir dolor y problemas biomecánicos que afectarán a una parte del cuerpo o a todo el cuerpo.

Dolores de espalda

Los dolores de espalda, cada vez son más frecuentes en nuestras vidas. Nuestra columna sufre diariamente sobrecarga debido a posiciones estáticas e incorrectas, especialmente al estar sentados en una silla durante un tiempo prolongado. Los discos intervertebrales, las articulaciones y los ligamentos son los más castigados en estas situaciones. A veces, por lesiones, por dolor o por miedo, el cuerpo altera su biomecánica y esto puede perjudicar la columna vertebral. En otras palabras, las causas de los problemas de espalda no tienen porqué proceder directamente de la misma espalda, pueden venir de una lesión en un pie, pueden ser psicosomáticos e incluso pueden venir de un trauma en el pasado.