La parte más importante del body-flow consiste en tomar conciencia de nuestro cuerpo y a partir de esta conciencia poder trabajar mejorando la biomecánica y la calidad del movimiento. Podríamos resumir parte de esta filosofía en algunos principios fundamentales:

  • Tomar conciencia de los pies como punto de apoyo, será una de las bases de una buena colocación.
  • Tomar conciencia de la colocación de las distintas partes del cuerpo.
  • Tomar conciencia de cuantas articulaciones tenemos en nuestro cuerpo y cual es su función.
  • La Propiocepción: sentir dónde empieza y acaba el movimiento en el espacio.
  • Percibir el cuerpo en relación con el espacio.
  • Usar la visión para organizar el movimiento.
  • Intentar sentir movimientos profundos y pequeños.
  • Dar fluidez a la columna desde el coxis hasta la primera vértebra cervical.
  • Una vez adquirido una fluidez y soltura en el cuerpo, buscar coordinación y desplazamiento usando el espacio que nos rodea.
  • Respirar con tranquilidad y naturalidad.  

Body-flow está basado en las técnicas de Feldenkrais, Tai-chi y stretching. Se trata de una sesión de conciencia corporal a través de movimientos fluidos sin ir al límite de la movilidad articular, sin forzar, sin sentir dolor.